Para generar aprendizaje y cambios significativos en una organización es necesario tener recurrencia y acompañamiento para incorporar las nuevas prácticas, no es lo mismo una sesión suelta que un proceso que dure unos cuantos meses. Esto favorece el real conocimiento de la organización por parte del equipo consultor y la construcción de confianza necesarias para mostrar las brechas identificadas y acompañar en los distintos espacios de aprendizaje adaptándose a las necesidades particulares de cada cliente.
En un proceso las posibilidades de transformación son reales y con la adecuada combinación de nuestros servicios, podemos prometer a nuestros clientes resultados reales que satisfagan sus expectativas. Un proceso bien estructurado permite observar exactamente lo que hay que hacer, los pasos que hay que seguir y cuánto tiempo va a llevar implementarlo para poder garantizar resultados concretos, ya sea a nivel personal, a nivel de equipos o de cultura organizacional.